Dr. José Gabriel Palma escribe en su columna del Mostrador que, debido a su modificación en el Senado, el nuevo royalty recaudaría en forma neta básicamente lo mismo que el actual (diseñado por Lagos y luego reformulado por Piñera a raíz del terremoto).

 El investigador del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile y académico de la Universidad de Cambridge, Dr. José Gabriel Palma, publica en el diario, El Mostrador, una columna de opinión titulada “Cómo transformaron la ley del royalty en una nueva “Ley Longueira”: una respuesta a Girardi, García y otros”. En ella, el Dr. Palma indica que las transformaciones al proyecto de ley realizadas en el Senado son una “gran puesta en escena para dar la apariencia de cambio (“ahora sí vamos a tener un royalty de verdad”) para que en realidad todo siga igual. Es el arte de cambiar todo para que no cambie nada”, sostiene.

 Palma explica que el problema de fondo fue que el Senador Girardi ―quien fue quien propuso los cambios que redujeron el royalty aprobado por la Cámara de Diputados en más de un 90%― se debió haber inhabilitado en la discusión del proyecto de ley en La Comisión de Minería por sus obvios conflictos de interés con SQM. Esta comisión, además, tiene cinco senadores, por lo que el voto de este senador era decisivo. Según Palma se debió inhabilitar porque las empresas afectadas directamente por la legislación en discusión le habrían proporcionado grandes aportes financieros a su carrera política. (Ver también AQUÍ y AQUÍ. Ver también el capítulo “Girardi” en el libro ya citado, y su columna anterior).  

 “Estos aportes fueron confirmados por un estudio de abogados estadounidenses (Shearman & Sterling), el cual analizó en detalle la relación entre este senador y el gerente general de la minera no metálica en el período en cuestión. Eso también lo confirma un abogado de SQM en su declaración (en calidad de imputado) ante la fiscal y un funcionario de la Brigada de Delitos Financieros de la PDI. También lo relacionado a las platas de SQM y el partido del senador es tan sorprendente, como que la minera llegó a hacer contribuciones al partido en la forma de “un aporte de afiliado”: esto es, SQM pasó a ser de facto nada menos que militante del PPD”, sostiene el Dr. Palma.

 Lo relevante, prosigue el investigador de la FAE,  es que los conglomerados a los cuales habría que continuar regalándoles, o prácticamente regalándoles, su insumo principal ―el cobre que está en la roca mineralizada y el litio en el salar, los cuales nos pertenecen a nosotros y no a ellos– no solo están entre las corporaciones más rentables de Chile, sino, según el Financial Times, incluso entre las más rentables del mundo. En una economía de mercado eso se llama subsidio.

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